domingo, 15 de febrero de 2015

La heroica resistencia de Aintab (1º de abril 1920 – 8 de febrero de 1921)

Quisiera contarles algo acerca de la heroica resistencia de Aintab. Este hecho, como comentaré más adelante, marcó fuertemente la historia y el destino de mi familia paterna.
Según el historiador argentino de origen armenio Pascual Ohanian, a comienzos de la Gran Guerra la población total de Aintab era de alrededor de 80.000 personas, de las cuales 36.000 eran armenios.
En abril de 1915, al igual que en el resto de los vilayetos donde habitaban el ermení milletí (“nación armenia”), llegó la orden del gobierno turco de deportar a todos los armenios que habitaban las ciudades de la región de Cilicia y de Van. Los armenios de Van armaron la autodefensa y resistieron al exterminio en una notable epopeya.
En Aintab la orden fue cumplida a medias por las autoridades locales, ya que la mayor parte de las profesiones y oficios útiles de la ciudad era ejercida por armenios. Sin embargo esta orden fue confirmada por el Ministerio del Interior en julio de 1916 y la prefectura local esta vez la acató sin miramientos.
A la deportación de los armenios de Aintab le siguió la llegada de los mohadyir (refugiados), en su mayoría kurdos y turcos, que fueron enviados allí por el gobierno otomano para ocupar las casas de los armenios que fueron obligados a abandonar la ciudad. Ejemplo de ello es la casa de la familia Nazarian, que aún existe y a la cual me referiré en otro artículo.
Mapa histórico del antiguo reino armenio de Cilicia. 
Aintab pertenecía al mismo.

La guerra en Oriente culminó en octubre de 1918 cuando el Imperio Otomano fue obligado por los aliados a firmar el armisticio de Mudros. Ilusionados con la paz los armenios de Aintab que sobrevivieron al plan de exterminio, al igual que el de otras ciudades de Cilicia, regresaron a su tierra.
Allí se hallaron ante la triste realidad de que sus bienes habían sido saqueados y que sus casas estaban ilegalmente ocupadas por los mohadyir musulmanes.
Sin embargo, las matanzas masivas iniciadas en 1915 se detuvieron momentáneamente y los armenios de Aintab –aun despojados de sus hogares- se refugiaron en una parte de la ciudad, separada del sector musulmán con muros y barricadas: mi abuela, ya viuda, y sus dos hijos sobrevivientes –mi padre y mi tío Puzant- también regresaron.   
En enero de 1919 el ejército británico entró victorioso en Aintab, tomó el control militar de la ciudad y permaneció hasta fines de 1919, cuando fue relevado por las fuerzas francesas.
Sin embargo, el plan francés era lograr de los nacionalistas turcos que dirigía Mustafá Kemal –recordemos que el Imperio otomano y el poder del último sultanato estaban en proceso de disolución- un amplio y generoso acuerdo. Así, el comandante del ejército francés Françoise Picot se reunió en secreto con Kemal en la ciudad de Sivas (Sebastiá, en idioma armenio) para negociar un plan de paz que incluyera la retirada francesa de Aintab y de las principales ciudades de Cilicia a cambio de la obtención de importantes beneficios financieros y comerciales.
Fruto del plan acordado, los franceses se retiraron de Aintab a mediados de marzo de 1920 y sin mayor pérdida de tiempo el ejército de los nacionalistas turcos sitió la ciudad. Los armenios se pertrecharon en el fuerte abandonado los franceses y en su barrio, y comenzaron una heroica resistencia que se extendió durante diez largos meses. El barrio armenio se organizó en once puestos defensivos y por momentos incluso pasaron a la ofensiva, apoderándose de las mezquitas de Kozanlí y Sheij Chamí.
Mi padre, presente en el sitio de Aintab cuando era un niño de poco más de diez años, me habló de un famoso cañón construido por los armenios con materiales caseros. Supe mucho después, por algunas pocas referencias historiográficas existentes sobre el tema, que esa fundamental pieza de artillería tenía el nombre de Vresh (“venganza”)  
La tenaz resistencia obligó a los franceses a regresar e intervenir nuevamente en Aintab: el 13 de agosto de 1920 bombardearon el sector turco y para el otoño las tropas de la defensa –entre armenios y franceses- creció hasta llegar a 15.000 hombres.
El 8 de febrero de 1921 los turcos debieron capitular y los franceses se retiraron nuevamente, pero esta vez con los armenios que sobrevivieron.
Para mi familia, como lo señalé al inicio de este artículo, el fin de la resistencia de Aintab fue un hecho decisivo en sus vidas por dos motivos: Por un lado, lograron salvar sus vidas pero, a cambio de ello, abandonaron Aintab para siempre.
Con sus pocas pertenencias, mi abuela y sus dos hijos dejaron atrás ese cielo y marcharon hacia Iskenderún (Alexandreta) donde los aliados aún mantenían el control militar de la región.
Es increíble la inveterada tergiversación que hace el Estado turco respecto de su propia historia: en febrero de 1921, cuando el ejército de Kemal Ataturk se rindió ante las fuerzas francesas y las milicias armenias, luego de diez meses de fallidos intentos por conquistarla, el parlamento turco le cambió el nombre a la ciudad de Aintab y decidió denominarla “Gaziantep”, que significa “Aintab la veterana” o “la guerrera victoriosa”. ¿Victoria para quiénes?
Cuando yo era pequeño –tendría seis o siete años, no muchos más- todos los primeros de abril –mejor dicho, el domingo inmediatamente posterior a esa fecha- iba con mis padres a la vieja casona que la Unión Patriótica de los armenios de Aintab tenía en la calle Niceto Vega, casi esquina Acevedo (hoy en día, calle Armenia).  
Luego de permanecer cerrada durante muchos años, hace algunos años esta casa fue reabierta.  En los años de mi niñez, muchos de los sobrevivientes directos de la gesta de Aintab y sus familias almorzaban juntos ese primer domingo de abril, recordaban a sus muertos y (por qué no) se animaban a imaginar un futuro bajo este otro cielo.
El 1º de abril era la fiesta del coraje de los armenios de Aintab y mis padres nunca faltaban a esa cita imborrable. 
Es una pena que las actuales generaciones ya no recuerden, con el mismo fervor que nuestros abuelos, esta fecha tan importante.

4 comentarios:

  1. Hola, gracias por esta memoria de la que pocos armenios tienen noticias En ella, has descrito la trayectoria de mi padre, contemporáneo del tuyo hasta la huida por Alexandretta. Saludos

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  2. Gracias Violeta por tu comentario: fueron muchos que transitaron el mismo camino. No los olvidemos.

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  3. Estimado Rubén. Un gusto contactarme con usted. Me presento, Juan Carlos Tagtachian, porteño, pero 100% nieto de aintabtsís. Me interesa su proyecto, aunque no sé si llegó a terminarlo. Mi idea es doble, compilar un libro que cuente la formación de la comunidad armenia en Aintab (cerca de 1100) hasta el abandono forzado en 1920, contemplando aspectos históricos, sociales, económicos, culturales, políticos. Estoy buscando información al respecto y también historias de familias, como las nuestras, de raíces aintabtsís. He recopilado un listado de 1200 refugiados nacidos en Aintab que se radicaron en Argentina, EE.UU. y Canadá, usando fuentes oficiales. Teniendo en cuenta que cerca de 1900 había 36.000 habitantes armenios en Aintab y a un promedio de 4 hijos por familia, siento que este trabajo va por buen camino aunque toda ayuda es bienvenida. Le dejo mis datos de contacto por si considera útil establecer un diálogo sobre estos temas. 15 55 97 37 86 y tagta@tagta.com.ar. Saludos cordiales

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  4. Estimado Rubén. Un gusto contactarme con usted. Me presento, Juan Carlos Tagtachian, porteño, pero 100% nieto de aintabtsís. Me interesa su proyecto, aunque no sé si llegó a terminarlo. Mi idea es doble, compilar un libro que cuente la formación de la comunidad armenia en Aintab (cerca de 1100) hasta el abandono forzado en 1920, contemplando aspectos históricos, sociales, económicos, culturales, políticos. Estoy buscando información al respecto y también historias de familias, como las nuestras, de raíces aintabtsís. He recopilado un listado de 1200 refugiados nacidos en Aintab que se radicaron en Argentina, EE.UU. y Canadá, usando fuentes oficiales. Teniendo en cuenta que cerca de 1900 había 36.000 habitantes armenios en Aintab y a un promedio de 4 hijos por familia, siento que este trabajo va por buen camino aunque toda ayuda es bienvenida. Le dejo mis datos de contacto por si considera útil establecer un diálogo sobre estos temas. 15 55 97 37 86 y tagta@tagta.com.ar. Saludos cordiales

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